Fogueadas en las libertades que les aportan las revoluciones anteriores, ya no saben qué probar. El pudor se encoge tan rápido y el cuerpo se desacraliza. Es la ultraliberalización del cuerpo. Las chicas toman la iniciativan, no esperan más de tres días para volver a llamar después de un encuentro, tienen las mismas conductas que los varones. La bisexualidad estalla, mientras que antes era una experiencia tabú. Sin embargo, cuando se toca el casillero del amor, volvemos a los pensamientos más tradicionales. Las chicas de hoy liberaron la palabra y la imagen alrededor del sexo, pero todavía se sienten con el mandato de formar una "verdadera" pareja. El cuerpo pasa a ser una terreno de exploración sin fin, pero se sigue fantaseando con la historia de que dure para siempre. En esa búsqueda, hasta el chico de una noche se convierte en un amor potencial.
El amor a los 30 años: bombas de ternura
Se las escucha decir: "debería encontrar un momento para esto. Estoy reventada con los chicos y el trabajo".
A los treinta, se llega a la edad que tenían nuestros padres cuando éramos chicos. También hay otro obstáculo que es la llegada del primer hijo: esta alegría puede llenar las lagunas de la pareja y desviar a la joven madre de la sexualidad.
Sin embargo, es la década en la que se construye la carrera. Y saben que algo que no tenían a los 20: se descubrieron a sí mismas y no volverían atrás por nada en el mundo.
Entonces, ¿cómo vivir el deseo? Para las parejas, se trataría de de volver a poner el sexo en el afecto que los une y compartir una "amistad amorosa". Para las solteras, de inyectar mimos en una aventura, que no está a salvo de inaugurar una futura love story.
El secreto de las parejas que duran es convertir a la pasión de la primera etapa en múltiples pasiones comunes. Se trata más bien de amar al otro, sus debilidades y las nuestras frente a él. Hacer el amor se convierte en cerrar los ojos y pegarse a la piel del otro. No es estar a la distancia, mirarse y machacarse como en una película porno.
Fuente: Revista Elle
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