Amy Winehouse: crónica de una muerte anunciada

Amy Winehouse fue encontrada sin vida en su casa, en Londres. Una cantante con una voz maravillosa, pero que también alcanzó la fama producto de sus escándalos y adicciones. Con afán de música desde pequeña, a los 16 años firmó su primer contrato musical con la discografía Island Records. Pero su carrera como cantante tomaba repercusión en 2003, tras el lanzamiento de su disco "Frank"; y más famosa aún, en 2006, con la edición de "Back to Black". Así, a medida que su fama crecía, más dependiente se la veía de las drogas. 

Acompañada por su marido, Blake Fielder-Civil, en este camino de escándalos y addiciones, Winehouse nunca conoció la estabilidad emocional con él: rupturas y reencuentros llevaban a la artista a sumirse en trastornos depresivos y problemas alimenticios.

En el año 2008, después de filtrarse un video en el que presuntamente se veía a la cantante consumiendo cocaína, fue ingresada en un centro de rehabilitación. Desde ese momento, la cantante de "Rehab" no demostraba mejoras tras presentarse en sus shows completamente ebria, con dificultades para mantenerse de pie, ofreciendo deplorable performance a sus fans...como hizo en su concierto de este año en Belgrado, en el que fue abucheada por su público. Tras este concierto, Amy se vio obligada a cancelar el resto de sus funciones. El concierto en Belgrado, sería su última presentación. 

Amy Winehouse muere a los 27 años, con un largo historial de adicción a las drogas y alcohol. Es fuerte pensar que su historia de vida contaba una muerte anunciada.